Junts pel Sí y su socios anticapitalistas de la CUP (Candidatura de Unidad Popular) aprobaron dos leyes claves para el proceso de secesión.
por Cecilia Guardati
BARCELONA.- La norteña región de Cataluña se dirige de forma acelerada hacia la ruptura con España por la vía unilateral, con el parlamento catalán como eje de un proceso político inédito en Europa, que está poniendo a prueba los límites de la democracia.
“Nuestra acción política está avalada por el conjunto de la ciudadanía, a la que representamos”, dijo a Télam la diputada Montserrat Candini, de la coalición independentista Junts pel Sí (JxS), el grupo mayoritario que promueve la secesión, tras votar a favor de una ley aparentemente técnica, pero que supone una inflexión desde el punto de vista político.
Las últimas 48 horas fueron agitadas en el Parlament -cámara regional-, donde a las puertas de las vacaciones de verano, JxS y su socios anticapitalistas de la CUP (Candidatura de Unidad Popular) aprobaron dos leyes claves para el proceso de secesión.
Los parlamentarios separatistas, conscientes de que necesitan cumplir con sus promesas electorales, encontraron la forma de acortar el camino para impulsar su proyecto sin necesidad de contrastar con la complejidad social y política de Cataluña.
Poco puede hacer al respecto una oposición que suma 62 votos frente a los 71 de los independentistas, lo que explica que tras apenas una hora de debate, salió adelante la reforma del reglamento del Parlament, que permitirá allanar el camino para que se aprueben de forma “exprés” las llamadas leyes de “desconexión”.
A partir de ahora, se podrán presentar leyes por lectura única sin que la oposición pueda aportar enmiendas o recurrir al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE), un órgano que analiza si las normas del gobierno se adecuan a la ley de autogobierno catalana y a la Constitución española.
Por esta vía planea presentar la ley que convocará y regulará el referéndum de secesión anunciado por el presidente catalán, Carles Puigdemont, para el 1 de octubre.
“Muchísimas veces se hicieron trámites en el Congreso y en el Senado por lectura única, y la gran mayoría de las cámaras autonómicas tienen esta modificación”, argumentó la diputada Candini.
“En todo trámite político debe haber pluralidad y lo habrá también en caso de que la ley de referéndum se haga por lectura única”, apuntó la ex senadora y alcaldesa de Calella.
Sin embargo, la diferencia es que los secesionistas pretenden abordar de esta forma decisiones que son trascendentales, como la modificación de leyes fundamentales, algo que en la mayoría de los ordenamientos jurídicos requiere de mayorías especiales y, por lo tanto, consensos.
La oposición socialista, los liberales y la izquierda vinculada a Podemos coincidieron en que la reforma “lamina los derechos de la oposición”.
Ante este paso dado por los independentistas, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) español, que en caso de ser aceptado suspendería la medida.
No obstante, al mismo tiempo que el Ejecutivo español volvía a sacar la artillería jurídica contra Cataluña, el parlamento regional aprobaba otra ley, el Código Tributario de Cataluña, que es parte de las “Estructuras de Estado” de la hipotética Cataluña independiente.
Se trata de una de las tres patas de la arquitectura jurídica del futuro Estado. La segunda es la Agencia de Protección Social, y la tercera es la Ley de Transitoriedad Jurídica, pensada para suplantar la legislación española una vez declarada la independencia, hasta que Cataluña tenga su propia Constitución avalada en referéndum.
Bajo el control de los independentistas, el actual parlamento regional, surgido del Estatuto de Autonomía -ley de autogobierno- y del marco de la Constitución española, se convirtió en un verdadero laboratorio que desafía las leyes y el status quo, atrayendo las miradas del mundo entero.
El centro del debate en el marco del conflicto sigue siendo si debe prevalecer la legalidad -las leyes españolas garantizan la unidad de España y no permiten a una comunidad autónoma legislar por encima de la Constitución- o la legitimidad de los diputados, a pesar de que la mayoría de los independentistas es exigua.
“Lo que estamos haciendo es poner las bases para que la gente pueda expresarse, tanto los del ‘Si’ como los del ‘No’, argumentó Candini, quien fue elegida diputada en septiembre de 2015 por JxS, coalición que prometió a los catalanes poner en marcha un proceso para llevar a Cataluña a la independencia en 18 meses.
“La palabra democracia es lo que le da sentido a la política”, de ahí la importancia del referéndum de secesión, dijo la dirigente catalana, perteneciente el Partido Demócrata Catalán (PDCat), ex nacionalista.
La CUP -cuyo apoyo es fundamental para el gobierno de Puigdemont- había admitido que los independentistas no podía avanzar por la vía unilateral sin sumar un mayor apoyo social, algo que aún no consiguieron.
Los grupos de izquierda catalanes, entre ellos Podemos, están divididos, porque apoyan la celebración de un referéndum sobre la secesión pero negociado con el Estado, para que tenga garantías.
Con Rajoy en el gobierno esa posibilidad es impensable; de ahí que los independentistas optaron por la unilateralidad, apelando el derecho de autodeterminación del pueblo catalán, en su sentido más moderno.
“Nos encontramos que hoy en día los que tenemos por delante nuestro se creen que Cataluña nace con la Constitución, pero Puigdemont es 130mo. presidente catalán. Este déficit cultural, histórico, es importante.
Además se creen que la Constitución es una ideología y, en cambio, es un instrumento”, sostuvo Candini,
“Explicar los marcos mentales es muy importante, porque si sólo nos quedamos en la legalidad vigente y no con la legitimidad de nuestro pueblo, estamos perdiendo la razón”, añadió.
“Nosotros vamos muy en serio; tenemos cuatro personas inhabilitadas -entre ellas el ex presidente Artur Mas por celebrar un consulta simbólica en 2014- y sabemos lo que representan ser fiel a la palabra democracia y al compromiso con nuestro pueblo”, zanjó la flamante directora de la campaña a favor del “Sí” en el reférendum del 1 de octubre.
(*): Corresponsal de Télam.